Un origen difuso:
Al igual que las raíces de otras muchas civilizaciones, si buscamos
el origen de los pueblos godos lo encontraremos diluido entre el mito
y la realidad histórica que se confunden inevitablemente con el
transcurso del tiempo. Según cuenta la leyenda todos los godos
descienden de un dios-rey llamado Gaut, las fuentes históricas
relatan que la tierra de origen de este fornido pueblo está al sur
de la península Escandinava y se dice que los godos emigraron de ahí
cruzando el mar Báltico hasta el norte de la actual Alemania, y
desde allí llegaron siglos después a las orillas del mar negro. A
partir del desembarco en el continente europeo, se diferenciaron en
dos grupos, los baltos que posteriormente se denominaron visigodos, y
los amalos, que fueron conocidos como ostrogodos.
La división de los godos en dos ramas designadas visigodos y
ostrogodos empieza a ser mencionada entre los siglos III y IV de
nuestra era. Existen varias teorías para explicar esta distinción,
entre ellas, la más aceptada, apela a que dicha diferenciación se
debió a un motivo de ubicación geográfica de ambos pueblos una vez
establecidos en el continente europeo. Así pues, los visigodos
asentados en las llanuras danubianas eran reconocidos como los godos
del oeste, mientras que las poblaciones establecidas al este del río
Dniéster en las tierras colindantes al mar Negro se les llamó
ostrogodos. También, se acepta de forma unánime usar el
término de visigodo para aludir a los tervingios que
etimológicamente puede significar «gente de los bosques», de la
misma manera se relaciona a los ostrogodos con los greutungos «gente
de las estepas».
En la obra de Julio César titulada Comentarios sobre la Guerra de
las Galias, que el autor escribió en tercera persona, presentó
a todas las sociedades germanas que vivían al otro lado del Rin como
un imperio germánico unificado, algo bastante alejado de la realidad
ya que eran pueblos tribales. Sin embargo, esto no fue una simple
mala interpretación o despiste por parte de Julio César, más bien
fue una astuta estrategia política para ganarse el favor del Senado
y así justificar sus campañas militares contra dichos pueblos. De
manera ladina, los mostró como una fuerza política unida para dar
la impresión de que eran una amenaza eminente. Es por este hecho,
que se les atribuía el nombre de germanos a todos los pueblos
tribales que habitaban a partir de la rivera oriental del río Rin,
concretamente uno de estos pueblos, los godos, ejercerá un
protagonismo fundamental en la historia durante la antigüedad
clásica tardía. Ya que, después de la caída del Imperio Romano
ellos recogieron el legado cultural de la antigüedad grecorromana.
Religión, o bien, creencia espirituales:
Según el historiador francés Georges Dumézil en la antigua
sociedad indoeuropea existían tres deidades fundamentales que
representaban: autoridad, poder y fecundidad. Estos atributos se
encontraban también en los tres dioses principales del panteón
germano: Wotan, Thunar (Thor) y Frey que eran comunes en todos los
pueblos germanos.
Asimismo, hay una agrupación de dioses que fue habitual en los
pueblos germanos. Principalmente, los dioses germánicos se
diferenciaban en Ases y en Vanes. Los primeros encarnaban la guerra y
tenían funciones religiosas y aristocráticas. Por el contrario, los
vanes eran espíritus con una función mediadora, es decir, todos los
bienes conseguidos por el hombre se debía a la intervención de los
vanes. Es por ello, su carácter benevolente y su estrecha relación
con la fecundidad. Así pues, también se les ligaba con el comercio,
la navegación y la fortuna. Los antiguos creían profundamente que
la morada de los vanes se hallaba en la misma naturaleza, en los
bosque y en los prados.
Hay pocas fuentes escritas sobre la antigua religión pagana de los
pueblos nórdicos, la información principal de las antiguas
creencias de las sociedades tribales germanas pre-cristianas la
encontramos en las Eddas y en manuscritos irlandeses que fueron
escritos después de la era vikinga. También, encontramos una
importante fuente de documentación en la obra llamada Getica escrita
por el historiador Jordanes, publicada en el año 551 d.c., en la que
además de hablar del origen y la historia de los godos nombra
algunos cultos y rituales religiosos.
Los antiguos godos fueron un pueblo belicoso por excelencia y por
tanto partiendo de este contexto antropológico debemos tener en
cuenta que desarrollaron un culto espiritual estrechamente
relacionado con esta realidad. En consecuencia a estás premisas, el
culto a un dios furibundo de la guerra fue bastante común en los
antiguos germanos. Dicho dios al que ya hacíamos alusión con
anterioridad es conocido normalmente como Wotan, para los godos Gaut,
padre de la patria goda, y es considerado el dios principal del
panteón germánico. Acerca de los ritos y cultos de la antigua
religión germana ha llegado hasta nuestros días poca información,
al igual que ocurre con la mayoría de las religiones paganas
europeas. No obstante, gracias a los escasos escritos históricos que
se han conservado podemos nombrar algunos de esos rituales, como el
dedicado a Wotan (Gaut) que consistía en un sacrificio que podía
ser tanto humano como animal, que tenía como propósito apaciguar al
dios mediante el derramamiento de sangre. Otro rito relacionado con
este dios era la entrega de unas ofrendas, para así, consagrarle
porciones del botín de guerra. También, otra ofrenda consistía en
colgar las armas capturadas al enemigo en un árbol sagrado. Los
sacrificios de vidas y ofrendas ofrecidas al beligerante dios,
normalmente se realizaban en los bosques, ya que estos espacios
naturales eran considerados como un santuario sagrado. Deidades como
Frey, Nerthus y Freyja eran imprescindibles en los ritos y
celebraciones de los antiguos germanos, éstos ídolos se solían
representar llevando un carro. Había un festejo relacionado con
ellos, y por lo general, tenía lugar en primavera. Se trataba de una
procesión en la cual un sacerdote conducía un carro en donde se
encontraba la estatua del dios, acto seguido, se realizaba un
banquete en el que se consagraban ofrendas a la divinidad.
El don de hacer vaticinios tenía una gran importancia en las
creencias espirituales de los pueblos nórdicos y este fenómeno sólo
era posible mediante el contacto con los muertos, ya que ellos podían
discernir el futuro. Y es aquí donde tenían un papel fundamental
las «walas» a la hora de contactar con el más allá para
interrogar a los difuntos. Normalmente, la gran mayoría de los
pueblos germanos consideraban que sólo la mujer tenía el don de la
adivinación a excepción de algunos sacerdotes. A modo de
curiosidad, cabe decir que la palabra inglesa witch que significa
«bruja» deriva del nombre que recibían estas antiguas sacerdotisas
llamadas «walas». Una de las walas más conocidas en la cultura
popular fue Veleda, la sacerdotisa que durante la rebelión de los
bátavos auguró las victorias iniciales de los germanos.
A parte de los dioses que he mencionado anteriormente, con toda
seguridad el panteón germano debía tener una larga lista de dioses
menores y héroes de los cuales se desconocen sus nombres. Se podría
asegurar que sus principales dioses son los que he citado hasta el
momento: Wotan (Gaut), Thunar, Frey, Nerthus, Freyja, todos ellos
adorados normalmente en todos los pueblos germánicos, aunque en
algunas tribus con diferentes nombres, y por consiguiente, éstos son
los mas importantes. No es de extrañar que los viajeros
identificasen a sus dioses en la facción vecina o rival, ya que la
gran mayoría de las veces ese dios tenía los mismos atributos que
el dios de su localidad natal.
Como hemos comentado, la guerra tenía un significado especial para
el hombre germano, ya que además de ser su modo de vida, explicaba
su realidad. Es por ello, que la valentía demostrada en la batalla
se consideraba una virtud universal. Y esa manifestación de virtud
tenía una recompensa: el «walhall», la gran sala sobre los montes
de Asgard en la que Wotan cobijaba a sus héroes hasta que llegara el
día del Crepúsculo de los Ases «Ragnarök». Las deidades
encargadas de llevar a los guerreros más heroicos a la gran sala de
Asgard eran las valquirias, divinidades guerreras femeninas que
servían a Wotan bajo el mando de Freyja.
De manera general y tal vez cayendo en tópicos describiré a
continuación los atributos que poseía para los germanos, cada dios
que he nombrado:
Wotan (Gaut): es el dios supremo del panteón germánico, representa
la guerra y es el padre de la patria goda.
Thor (Thunar): es el hijo de Wotan, sus atributos son el trueno, la
lluvia y el viento, lo identificaban con la fuerza y el coraje en la
batalla.
Freyr: dios solar, representa la lluvia, las cosechas y la
fertilidad. Por tanto, de él dependía el crecimiento de las plantas
y de las cosechas. Tenía un corcel veloz que se movía tan rápido
como el viento, normalmente este dios se le representaba en un carro
tirado por un jabalí de poderosos colmillos.
Nerthus: es La Madre Tierra, representa todo lo que acontece en la
naturaleza, es el símbolo de la fertilidad.
Freyja: es la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, (se le
identificaba con Venus). Se le representaba montada en un carro
tirado por gatos.
Laugiz: conocido siglos después por los vikingos como «Loki», es
el dios más controvertido del panteón germánico. Se le suele
asociar con el fuego, y el engaño. Prueba de esta ladina capacidad
para el engaño y la trampa, la podemos ver en las Eddas donde Loki
manipula a varios dioses para sus fines jugándoles más de una
trastada.
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