miércoles, 6 de diciembre de 2017

Los pueblos Godos: orígenes y creencias religiosas (Parte 1).

Un origen difuso:

Al igual que las raíces de otras muchas civilizaciones, si buscamos el origen de los pueblos godos lo encontraremos diluido entre el mito y la realidad histórica que se confunden inevitablemente con el transcurso del tiempo. Según cuenta la leyenda todos los godos descienden de un dios-rey llamado Gaut, las fuentes históricas relatan que la tierra de origen de este fornido pueblo está al sur de la península Escandinava y se dice que los godos emigraron de ahí cruzando el mar Báltico hasta el norte de la actual Alemania, y desde allí llegaron siglos después a las orillas del mar negro. A partir del desembarco en el continente europeo, se diferenciaron en dos grupos, los baltos que posteriormente se denominaron visigodos, y los amalos, que fueron conocidos como ostrogodos.


La división de los godos en dos ramas designadas visigodos y ostrogodos empieza a ser mencionada entre los siglos III y IV de nuestra era. Existen varias teorías para explicar esta distinción, entre ellas, la más aceptada, apela a que dicha diferenciación se debió a un motivo de ubicación geográfica de ambos pueblos una vez establecidos en el continente europeo. Así pues, los visigodos asentados en las llanuras danubianas eran reconocidos como los godos del oeste, mientras que las poblaciones establecidas al este del río Dniéster en las tierras colindantes al mar Negro se les llamó ostrogodos. También, se acepta de forma unánime usar el término de visigodo para aludir a los tervingios que etimológicamente puede significar «gente de los bosques», de la misma manera se relaciona a los ostrogodos con los greutungos «gente de las estepas».

En la obra de Julio César titulada Comentarios sobre la Guerra de las Galias, que el autor escribió en tercera persona, presentó a todas las sociedades germanas que vivían al otro lado del Rin como un imperio germánico unificado, algo bastante alejado de la realidad ya que eran pueblos tribales. Sin embargo, esto no fue una simple mala interpretación o despiste por parte de Julio César, más bien fue una astuta estrategia política para ganarse el favor del Senado y así justificar sus campañas militares contra dichos pueblos. De manera ladina, los mostró como una fuerza política unida para dar la impresión de que eran una amenaza eminente. Es por este hecho, que se les atribuía el nombre de germanos a todos los pueblos tribales que habitaban a partir de la rivera oriental del río Rin, concretamente uno de estos pueblos, los godos, ejercerá un protagonismo fundamental en la historia durante la antigüedad clásica tardía. Ya que, después de la caída del Imperio Romano ellos recogieron el legado cultural de la antigüedad grecorromana.



Religión, o bien, creencia espirituales:
Según el historiador francés Georges Dumézil en la antigua sociedad indoeuropea existían tres deidades fundamentales que representaban: autoridad, poder y fecundidad. Estos atributos se encontraban también en los tres dioses principales del panteón germano: Wotan, Thunar (Thor) y Frey que eran comunes en todos los pueblos germanos.
Asimismo, hay una agrupación de dioses que fue habitual en los pueblos germanos. Principalmente, los dioses germánicos se diferenciaban en Ases y en Vanes. Los primeros encarnaban la guerra y tenían funciones religiosas y aristocráticas. Por el contrario, los vanes eran espíritus con una función mediadora, es decir, todos los bienes conseguidos por el hombre se debía a la intervención de los vanes. Es por ello, su carácter benevolente y su estrecha relación con la fecundidad. Así pues, también se les ligaba con el comercio, la navegación y la fortuna. Los antiguos creían profundamente que la morada de los vanes se hallaba en la misma naturaleza, en los bosque y en los prados.
Hay pocas fuentes escritas sobre la antigua religión pagana de los pueblos nórdicos, la información principal de las antiguas creencias de las sociedades tribales germanas pre-cristianas la encontramos en las Eddas y en manuscritos irlandeses que fueron escritos después de la era vikinga. También, encontramos una importante fuente de documentación en la obra llamada Getica escrita por el historiador Jordanes, publicada en el año 551 d.c., en la que además de hablar del origen y la historia de los godos nombra algunos cultos y rituales religiosos.

Los antiguos godos fueron un pueblo belicoso por excelencia y por tanto partiendo de este contexto antropológico debemos tener en cuenta que desarrollaron un culto espiritual estrechamente relacionado con esta realidad. En consecuencia a estás premisas, el culto a un dios furibundo de la guerra fue bastante común en los antiguos germanos. Dicho dios al que ya hacíamos alusión con anterioridad es conocido normalmente como Wotan, para los godos Gaut, padre de la patria goda, y es considerado el dios principal del panteón germánico. Acerca de los ritos y cultos de la antigua religión germana ha llegado hasta nuestros días poca información, al igual que ocurre con la mayoría de las religiones paganas europeas. No obstante, gracias a los escasos escritos históricos que se han conservado podemos nombrar algunos de esos rituales, como el dedicado a Wotan (Gaut) que consistía en un sacrificio que podía ser tanto humano como animal, que tenía como propósito apaciguar al dios mediante el derramamiento de sangre. Otro rito relacionado con este dios era la entrega de unas ofrendas, para así, consagrarle porciones del botín de guerra. También, otra ofrenda consistía en colgar las armas capturadas al enemigo en un árbol sagrado. Los sacrificios de vidas y ofrendas ofrecidas al beligerante dios, normalmente se realizaban en los bosques, ya que estos espacios naturales eran considerados como un santuario sagrado. Deidades como Frey, Nerthus y Freyja eran imprescindibles en los ritos y celebraciones de los antiguos germanos, éstos ídolos se solían representar llevando un carro. Había un festejo relacionado con ellos, y por lo general, tenía lugar en primavera. Se trataba de una procesión en la cual un sacerdote conducía un carro en donde se encontraba la estatua del dios, acto seguido, se realizaba un banquete en el que se consagraban ofrendas a la divinidad.

El don de hacer vaticinios tenía una gran importancia en las creencias espirituales de los pueblos nórdicos y este fenómeno sólo era posible mediante el contacto con los muertos, ya que ellos podían discernir el futuro. Y es aquí donde tenían un papel fundamental las «walas» a la hora de contactar con el más allá para interrogar a los difuntos. Normalmente, la gran mayoría de los pueblos germanos consideraban que sólo la mujer tenía el don de la adivinación a excepción de algunos sacerdotes. A modo de curiosidad, cabe decir que la palabra inglesa witch que significa «bruja» deriva del nombre que recibían estas antiguas sacerdotisas llamadas «walas». Una de las walas más conocidas en la cultura popular fue Veleda, la sacerdotisa que durante la rebelión de los bátavos auguró las victorias iniciales de los germanos.

A parte de los dioses que he mencionado anteriormente, con toda seguridad el panteón germano debía tener una larga lista de dioses menores y héroes de los cuales se desconocen sus nombres. Se podría asegurar que sus principales dioses son los que he citado hasta el momento: Wotan (Gaut), Thunar, Frey, Nerthus, Freyja, todos ellos adorados normalmente en todos los pueblos germánicos, aunque en algunas tribus con diferentes nombres, y por consiguiente, éstos son los mas importantes. No es de extrañar que los viajeros identificasen a sus dioses en la facción vecina o rival, ya que la gran mayoría de las veces ese dios tenía los mismos atributos que el dios de su localidad natal.

Como hemos comentado, la guerra tenía un significado especial para el hombre germano, ya que además de ser su modo de vida, explicaba su realidad. Es por ello, que la valentía demostrada en la batalla se consideraba una virtud universal. Y esa manifestación de virtud tenía una recompensa: el «walhall», la gran sala sobre los montes de Asgard en la que Wotan cobijaba a sus héroes hasta que llegara el día del Crepúsculo de los Ases «Ragnarök». Las deidades encargadas de llevar a los guerreros más heroicos a la gran sala de Asgard eran las valquirias, divinidades guerreras femeninas que servían a Wotan bajo el mando de Freyja.



De manera general y tal vez cayendo en tópicos describiré a continuación los atributos que poseía para los germanos, cada dios que he nombrado:

Wotan (Gaut): es el dios supremo del panteón germánico, representa la guerra y es el padre de la patria goda.
Thor (Thunar): es el hijo de Wotan, sus atributos son el trueno, la lluvia y el viento, lo identificaban con la fuerza y el coraje en la batalla.

Freyr: dios solar, representa la lluvia, las cosechas y la fertilidad. Por tanto, de él dependía el crecimiento de las plantas y de las cosechas. Tenía un corcel veloz que se movía tan rápido como el viento, normalmente este dios se le representaba en un carro tirado por un jabalí de poderosos colmillos.

Nerthus: es La Madre Tierra, representa todo lo que acontece en la naturaleza, es el símbolo de la fertilidad.

Freyja: es la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, (se le identificaba con Venus). Se le representaba montada en un carro tirado por gatos.

Laugiz: conocido siglos después por los vikingos como «Loki», es el dios más controvertido del panteón germánico. Se le suele asociar con el fuego, y el engaño. Prueba de esta ladina capacidad para el engaño y la trampa, la podemos ver en las Eddas donde Loki manipula a varios dioses para sus fines jugándoles más de una trastada.

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