viernes, 22 de diciembre de 2017

Los pueblos Godos: el ejército (Parte II)

En este siguiente apartado nos centraremos en el ejército godo y volveremos a tomar como referencia los «Comentarios de la Guerra de las Galias» de Julio César, ya que, sin duda, es una de las fuentes básicas para documentarse acerca de los métodos bélicos de las diferentes tribus germanas y con ello nos permitirá conocer algo más acerca de los godos de la época tardía, porque la estructura básica del ejercito godo estaba tradicionalmente influenciada por los antiguos pueblos germánicos. En los primeros enfrentamientos con los romanos, el ejército godo carecía de un sistema de estrategia definido, no obstante, sólo cuando lograron a un territorio permanente consiguieron agruparse bajo la figura de un caudillo o rey. Normalmente en un principio usaban tácticas sencillas, habría que esperar a que se incorporasen como grueso militar de las legiones romanas durante el periodo tardío, para que los godos desarrollasen técnicas de guerra mucho más complejas. Como es común en los pueblos de origen nómada, en el momento de marchar a la batalla la totalidad del pueblo lo hacia también, incluyendo mujeres, niños y ancianos, en definitiva todos aquellos que tuviesen la fuerza suficiente para portar un arma.

En los escritos de los «Comentarios de la Guerra de las Galias», César describe un sistema militar germano claramente organizado que funcionaba gracias al reclutamiento anual de soldados de las diferentes regiones tribales. Por tanto, es bastante factible que sus unidades tácticas estuviesen compuestas por una agrupación de tribus de un mismo clan. Siglos después, este sistema militar también ejerció una importante influencia en los pueblos godos que dominaron Europa. La manera de combatir de los germanos era en formación cerrada, por lo general en modo de falange. Hay que tener en cuenta que durante el periodo romano tardío la inmensa mayoría de las legiones romanas estaban compuestas por mercenarios godos, gracias a ello, conocieron un buen número de tácticas y técnicas de asedio que luego fueron usadas en las invasiones contra Roma. Esta barbarización del ejercito fue debida a la multitud de guerras civiles que asolaron al imperio a partir del siglo III, y así a causa de esta pérdida de hombres, el ejército romano tuvo que hacer frente a un serio problema, la escasez de soldados romanizados a los que reclutar, para solventar este agravio las elites castrenses romanas se vieron obligadas a reclutar a hordas de mercenarios germanos, sin embargo, lo que en un primer momento fue una solución, a la larga se convertiría en una grave problema para Roma, ya que esos mismos mercenarios germanos aprenderían las técnicas romanas de guerra que luego usarían en detrimento del propio Imperio Romano. Un ejemplo de las consecuencias desastrosas que tuvo esta problemática realidad para Roma fue la batalla de Adrianópolis (año 324) en la cual el ejercito godo venció de manera contundente al a las fuerzas de combate romanas. Tan rotunda y drástica fue la derrota romana que tuvo como consecuencia la muerte del propio emperador Valente. Y como consecuencias a largo plazo, produciría un vacío de poder militar en la parte oriental del imperio que permitiría al rey Alarico I saquear Roma en el año 410.

Al contrario que las homogéneas legiones romanas imperiales, el soldado godo no vestía uniformado, este hecho se debe probablemente a la influencia cultural de las antiguas tribus germanas que huían de la uniformidad buscando la individualidad en la contienda. En consecuencia a esto, la apariencia del soldado godo no se diferenciaba para nada de la del civil y el campesino, ya que por lo general se ataviaba con un sayo de lana o piel, y un gran calzón forrado. En lo referente, a las protecciones personales debemos decir que no estaban muy extendidas en las huestes godas debido a que suponían un elevado coste solventarlas. No obstante, normalmente iban equipados con yelmo y con cota de malla como medida de protección personal. El escudo que usaban era ovalado o rectangular y estaba hecho de madera y cuero con un umbo metálico en el centro cuya función era la de golpear al adversario.

Las armas ofensivas de las que disponía el soldado godo de infantería eran muy variadas. Sabemos que usaban arcos y ballestas aunque se conocen pocos detalles técnicos al respecto. Sin embargo debemos afirmar que tenían fama de ser habilidosos arqueros y ballesteros. Los tipos de lanza que utilizaban eran de formas muy diversas pero casi siempre solían tener la punta de hoja. Una de las lanzas más conocidas que podemos citar es un tipo de lanza llamada «menaulo» deudora del pilum romano usada como arma arrojadiza. Otro tipo de arma arrojadiza que empleaban era el hacha de un solo filo conocida como «franciscana» o «securon». Esta hacha era de origen franco. También como arma de mano usaban la maza de hierro. Las espadas eran de diversos estilos y todas eran de dos filos, naturalmente la más celebre era la «spatha» de origen germánico, esta clase de espada podía medir entre 90 centímetros y un metro y era usada como arma larga. Recordemos que en la época clásica tardía el ejército romano se germanizó, por tanto, durante este período la spatha formó igualmente parte del armamento del legionario romano. Por último, debemos mencionar que el soldado godo solía llevar consigo un puñal o cuchillo corto de un solo filo llamado «scrama».

Históricamente se considera que el ejército godo era una fuerza de infantería, es decir, compuesto en su mayor parte por hombres a pie. Por lo tanto, la caballería tenía una función complementaria y de apoyo para la infantería. Así pues, su competencia era hostigar a los flancos del enemigo y también defender los propios. O bien dispersar a la caballería contraria o perseguir al enemigo cuando éste salía en desbandada del combate para darle el golpe de gracia. En consecuencia a su empleo como complemento táctico la caballería estaba limitada a un número de hombres suficiente para el séquito del caudillo o del rey. Asimismo, muchas veces el jinete godo desmontaba y combatía a pie.

En lo que corresponde a la protección personal, insistiendo nuevamente, debemos recordar que las corazas estaban poco extendidas entre los soldados debido a que dicho equipamiento era costoso de financiar. Aún así algunos jinetes llevaban corazas adquiridas en sus saqueos o guerras. Esas corazas por lo general eran lóricas de escama de hierro, pero también en la caballería se usaba la cota de malla. El casco del jinete consistía en un yelmo sin visera y con forma cónica y como protección para las piernas podía llevar espinilleras. Como uso general portaba un escudo redondo y llevaba consigo su lanza de acometida y su spatha. En cambio, la caballería ligera era mucho más numerosa, y hacían uso de jabalinas, escudo, espada y arco con doce flechas. Los godos asimilaron de los alanos y sármatas el uso del estribo en su caballería. Esta pieza fue fundamental para una mayor efectividad en la batalla del jinete godo. Ya que le permitía usar las dos manos para portar la lanza y el escudo, y asimismo le permitía tensar el arco y disparar sin perder el equilibrio motando en el caballo. Con el paso de los siglos la caballería iría adquiriendo un mayor protagonismo como fuerza de choque, y los ejércitos irían teniendo en el grueso de sus filas un mayor número de jinetes.


En la guerra de asedio y toma de ciudades, los godos y los demás pueblos bárbaros carecían de tecnología de asedio. Por lo tanto, tomaban las ciudades amuralladas mediante el sitio y cortando los suministros de alimentos, hasta que éstas se rendían por el hambre y la escasez de agua. No obstante, siglos después, los godos recogerán el legado de la Roma clásica y asimilarán sus tácticas militares y su tecnología de asedio. Y así los godos llegaron a convertirse en maestros del asedio, utilizando todo tipo de maquinaria procedente del mundo romano tales como: «arietes», «torres de asalto», «catapultas», «escorpios» y «litobolos romanos».

Como hemos podido comprobar, en estos dos artículos acerca de los pueblos godos su historia cultural se fundamenta en el pasado de los pueblos germánicos asentados en el continente. Siglos después, en el período clásico tardío, los godos asimilaron el legado de la antigua Roma y perfeccionaron de una manera extraordinaria sus táctica militares, y su tecnología armamentística, también adquirieron el sistema jurídico romano y sus técnicas de arquitectura. La desaparición de los pueblos godos está relacionada con el declive de sus reinos, fue decisivo para este hecho histórico la invasión musulmana a España, y la invasión de los bizantinos y posteriormente los lombardos a Italia, asimismo la cultura goda se diluyó con la asimilación del legado de la cultura romana. La rama de los godos que más tiempo perduró fue la de los pueblos godos asentados en Crimea, los cuales cayeron en manos de los turcos en el año 1475. Sin lugar a dudas los godos también dejaron su legado cultural a la generaciones venideras, testimonio de ello son los esplendidos monumentos construidos en los reinos que dominaron, como asimismo la influencia lingüística en las distintas lenguas que nacieron tras la desaparición de los godos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

El Obispado de Telde, primera diócesis católica de Las Islas Canarias.

Durante la segunda mitad del siglo XIV, las expediciones a las Islas Canarias empezaron a ser más activas, se puede estimar que eran casi...