En este siguiente apartado nos centraremos en el ejército godo y
volveremos a tomar como referencia los «Comentarios de la Guerra de
las Galias» de Julio César, ya que, sin duda, es una de las fuentes
básicas para documentarse acerca de los métodos bélicos de las
diferentes tribus germanas y con ello nos permitirá conocer algo más
acerca de los godos de la época tardía, porque la estructura básica
del ejercito godo estaba tradicionalmente influenciada por los
antiguos pueblos germánicos. En los primeros enfrentamientos con los
romanos, el ejército godo carecía de un sistema de estrategia
definido, no obstante, sólo cuando lograron a un territorio
permanente consiguieron agruparse bajo la figura de un caudillo o
rey. Normalmente en un principio usaban tácticas sencillas, habría
que esperar a que se incorporasen como grueso militar de las legiones
romanas durante el periodo tardío, para que los godos desarrollasen
técnicas de guerra mucho más complejas. Como es común en los
pueblos de origen nómada, en el momento de marchar a la batalla la
totalidad del pueblo lo hacia también, incluyendo mujeres, niños y
ancianos, en definitiva todos aquellos que tuviesen la fuerza
suficiente para portar un arma.
En los escritos de los «Comentarios de la Guerra de las Galias»,
César describe un sistema militar germano claramente organizado que
funcionaba gracias al reclutamiento anual de soldados de las
diferentes regiones tribales. Por tanto, es bastante factible que sus
unidades tácticas estuviesen compuestas por una agrupación de
tribus de un mismo clan. Siglos después, este sistema militar
también ejerció una importante influencia en los pueblos godos que
dominaron Europa. La manera de combatir de los germanos era en
formación cerrada, por lo general en modo de falange. Hay que tener
en cuenta que durante el periodo romano tardío la inmensa mayoría
de las legiones romanas estaban compuestas por mercenarios godos,
gracias a ello, conocieron un buen número de tácticas y técnicas
de asedio que luego fueron usadas en las invasiones contra Roma. Esta
barbarización del ejercito fue debida a la multitud de guerras
civiles que asolaron al imperio a partir del siglo III, y así a
causa de esta pérdida de hombres, el ejército romano tuvo que hacer
frente a un serio problema, la escasez de soldados romanizados a los
que reclutar, para solventar este agravio las elites castrenses
romanas se vieron obligadas a reclutar a hordas de mercenarios
germanos, sin embargo, lo que en un primer momento fue una solución,
a la larga se convertiría en una grave problema para Roma, ya que
esos mismos mercenarios germanos aprenderían las técnicas romanas
de guerra que luego usarían en detrimento del propio Imperio Romano.
Un ejemplo de las consecuencias desastrosas que tuvo esta
problemática realidad para Roma fue la batalla de Adrianópolis (año
324) en la cual el ejercito godo venció de manera contundente al a
las fuerzas de combate romanas. Tan rotunda y drástica fue la
derrota romana que tuvo como consecuencia la muerte del propio
emperador Valente. Y como consecuencias a largo plazo, produciría un
vacío de poder militar en la parte oriental del imperio que
permitiría al rey Alarico I saquear Roma en el año 410.
Al contrario que las homogéneas legiones romanas imperiales, el
soldado godo no vestía uniformado, este hecho se debe probablemente
a la influencia cultural de las antiguas tribus germanas que huían
de la uniformidad buscando la individualidad en la contienda. En
consecuencia a esto, la apariencia del soldado godo no se
diferenciaba para nada de la del civil y el campesino, ya que por lo
general se ataviaba con un sayo de lana o piel, y un gran calzón
forrado. En lo referente, a las protecciones personales debemos decir
que no estaban muy extendidas en las huestes godas debido a que
suponían un elevado coste solventarlas. No obstante, normalmente
iban equipados con yelmo y con cota de malla como medida de
protección personal. El escudo que usaban era ovalado o rectangular
y estaba hecho de madera y cuero con un umbo metálico en el centro
cuya función era la de golpear al adversario.
Las armas ofensivas de las que disponía el soldado godo de
infantería eran muy variadas. Sabemos que usaban arcos y ballestas
aunque se conocen pocos detalles técnicos al respecto. Sin embargo
debemos afirmar que tenían fama de ser habilidosos arqueros y
ballesteros. Los tipos de lanza que utilizaban eran de formas muy
diversas pero casi siempre solían tener la punta de hoja. Una de las
lanzas más conocidas que podemos citar es un tipo de lanza llamada
«menaulo» deudora del pilum romano usada como arma arrojadiza. Otro
tipo de arma arrojadiza que empleaban era el hacha de un solo filo
conocida como «franciscana» o «securon». Esta hacha era de origen
franco. También como arma de mano usaban la maza de hierro. Las
espadas eran de diversos estilos y todas eran de dos filos,
naturalmente la más celebre era la «spatha» de origen germánico,
esta clase de espada podía medir entre 90 centímetros y un metro y
era usada como arma larga. Recordemos que en la época clásica
tardía el ejército romano se germanizó, por tanto, durante este
período la spatha formó igualmente parte del armamento del
legionario romano. Por último, debemos mencionar que el soldado godo
solía llevar consigo un puñal o cuchillo corto de un solo filo
llamado «scrama».
Históricamente se considera que el ejército godo era una fuerza de
infantería, es decir, compuesto en su mayor parte por hombres a pie.
Por lo tanto, la caballería tenía una función complementaria y de
apoyo para la infantería. Así pues, su competencia era hostigar a
los flancos del enemigo y también defender los propios. O bien
dispersar a la caballería contraria o perseguir al enemigo cuando
éste salía en desbandada del combate para darle el golpe de gracia.
En consecuencia a su empleo como complemento táctico la caballería
estaba limitada a un número de hombres suficiente para el séquito
del caudillo o del rey. Asimismo, muchas veces el jinete godo
desmontaba y combatía a pie.
En lo que corresponde a la protección personal, insistiendo
nuevamente, debemos recordar que las corazas estaban poco extendidas
entre los soldados debido a que dicho equipamiento era costoso de
financiar. Aún así algunos jinetes llevaban corazas adquiridas en
sus saqueos o guerras. Esas corazas por lo general eran lóricas de
escama de hierro, pero también en la caballería se usaba la cota de
malla. El casco del jinete consistía en un yelmo sin visera y con
forma cónica y como protección para las piernas podía llevar
espinilleras. Como uso general portaba un escudo redondo y llevaba
consigo su lanza de acometida y su spatha. En cambio, la caballería
ligera era mucho más numerosa, y hacían uso de jabalinas, escudo,
espada y arco con doce flechas. Los godos asimilaron de los alanos y
sármatas el uso del estribo en su caballería. Esta pieza fue
fundamental para una mayor efectividad en la batalla del jinete godo.
Ya que le permitía usar las dos manos para portar la lanza y el
escudo, y asimismo le permitía tensar el arco y disparar sin perder
el equilibrio motando en el caballo. Con el paso de los siglos la
caballería iría adquiriendo un mayor protagonismo como fuerza de
choque, y los ejércitos irían teniendo en el grueso de sus filas un
mayor número de jinetes.
En la guerra de asedio y toma de ciudades, los godos y los demás
pueblos bárbaros carecían de tecnología de asedio. Por lo tanto,
tomaban las ciudades amuralladas mediante el sitio y cortando los
suministros de alimentos, hasta que éstas se rendían por el hambre
y la escasez de agua. No obstante, siglos después, los godos
recogerán el legado de la Roma clásica y asimilarán sus tácticas
militares y su tecnología de asedio. Y así los godos llegaron a
convertirse en maestros del asedio, utilizando todo tipo de
maquinaria procedente del mundo romano tales como: «arietes»,
«torres de asalto», «catapultas», «escorpios» y «litobolos
romanos».
Como hemos podido comprobar, en estos dos artículos acerca de los
pueblos godos su historia cultural se fundamenta en el pasado de los
pueblos germánicos asentados en el continente. Siglos después, en
el período clásico tardío, los godos asimilaron el legado de la
antigua Roma y perfeccionaron de una manera extraordinaria sus
táctica militares, y su tecnología armamentística, también
adquirieron el sistema jurídico romano y sus técnicas de
arquitectura. La desaparición de los pueblos godos está relacionada
con el declive de sus reinos, fue decisivo para este hecho histórico
la invasión musulmana a España, y la invasión de los bizantinos y
posteriormente los lombardos a Italia, asimismo la cultura goda se
diluyó con la asimilación del legado de la cultura romana. La rama
de los godos que más tiempo perduró fue la de los pueblos godos
asentados en Crimea, los cuales cayeron en manos de los turcos en el
año 1475. Sin lugar a dudas los godos también dejaron su legado
cultural a la generaciones venideras, testimonio de ello son los
esplendidos monumentos construidos en los reinos que dominaron, como
asimismo la influencia lingüística en las distintas lenguas que
nacieron tras la desaparición de los godos.
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